Para poder desarrollar su rol social y protegerse del entorno físico, potencialmente agresivo, las personasnecesitan vestirse. La valoración de esta necesidad está íntimamente ligada, además de a su situaciónparticular, al entorno climático donde se encuentren y a aspectos socioculturales, como costumbres ytradiciones.
Siempre que sea posible, en nuestra práctica profesional intentaremos tener en cuenta las elecciones opreferencias del individuo en relación con su indumentaria, ya que esto es esencial para mantener suautoestima, su dignidad y, sobre todo, el deseo de vestirse.
Una persona se considera dependiente con respecto a la satisfacción de esta necesidad cuando:
Presenta limitaciones del área motora (fuerza, tono y amplitud de movimientos) que le impidenvestirse y desvestirse de forma autónoma (colocarse el pantalón o la camisa, abotonarse, subirla cremallera, atarse los cordones, etc.).
Utiliza ropa o calzado no adecuado a sus necesidades cuando es él mismo quien se encarga deelegir su indumentaria y ponérsela (ropa de calle para hacer ejercicio, ropa demasiado ajustadapara su estructura corporal, etc.).
Muestra desinterés por el estado de su vestimenta y ésta aparece descuidada (ropa o calzadoviejo, sucio o con mal olor, etc.).
Se comporta con apatía ante la acción de vestirse y desvestirse. Muestra negación o desinteréspor la vestimenta; se desviste continuamente; o expresa frustración e incomodidad conreferencia a la satisfacción de esta necesidad.
6.1 Manejo de la ropa y calzado del usuario
Los cuidados referidos al vestido y acicalamiento de los pacientes se deben proporcionar siempre deforma individualizada y en relación con su grado de dependencia. Además, a la hora de poner en prácticaestas actuaciones, se deben tener en cuenta una serie de consejos:
La función principal de la ropa es mantener la temperatura corporal y proteger de los agentes externoscomo el frío o el calor; no obstante, una ropa cuidada, limpia y bonita ayudará al bienestar delpaciente.
Vestirse y desvestirse requiere de un tiempo y una rutina adecuados. Hay que tratar que la personarealice esta actividad de forma autónoma dándole siempre el tiempo que necesite para ello.
Ofrecer las ayudas necesarias, tratando siempre de mantener o devolver al usuario la mayorautonomía posible. Es importante no suplir la totalidad de una tarea, sólo se debe proporcionar ayudapuntual que facilite al individuo la continuidad de ésta.
Educar al paciente para que prepare la ropa antes de iniciar el proceso de vestirse, buscar unaposición que le resulte cómoda y seguir algunas técnicas para facilitar el vestido.
El profesional debe asegurarse que la ropa del paciente esté a su alcance y en el orden correcto, encaso de que la persona requiera de mayor ayuda.
Si no estamos seguros de que vaya a poder mantener el equilibrio físico, nos ocuparemos de que lapersona realice la acción en la cama o sentada.
Para vestir la parte superior del cuerpo, es mejor que el paciente se encuentre sentado o de pie. Parala parte inferior, se realizará más fácilmente con el usuario sentado o tumbado.
Hay que recordar que los materiales ligeros, elásticos y de fibras naturales son más confortables.
Los tejidos han de ser fácilmente lavables.
Las botonaduras deben ser poco numerosas y fácilmente accesibles. A veces se pueden cambiar porvelcros, broches o ganchos. Es recomendable proporcionarle al paciente prendas de vestir de untamaño ligeramente mayor al que le correspondería, con cierres modificados, cinturilla elástica ocuello grande.
La elección del calzado depende del nivel de movilidad de la persona. De forma general, debe sercómodo, sujetar bien el pie y cálido. Si la persona tiende a arrastrar los pies, es aconsejable queutilice zapatos con suela de cuero o de material duro.
Vigilar la aparición de lesiones por presión o roce, principalmente en los pies.
En caso de personas con grado de dependencia severo, será el profesional quien se haga cargo, en su totalidad, de los cuidados del vestido/desvestido, para lo que se ayudará de las técnicas de movilización yseguirá las directrices sobre ropa y calzado, expuestas anteriormente.
Ayudas para su uso, accesorios.
Es posible que sea necesario, para estimular al paciente en su autocuidado, que el profesional elija ropasde unas determinadas características, como que sean cómodas y fáciles de abrochar y desabrochar;holgadas, con cinturillas elásticas y que pasen fácilmente por la cabeza.
A veces, será necesario sustituir los elementos que puedan resultar complicados de manipular para elpaciente por otros más fáciles de usar. Así, los botones podrán ser sustituidos por ganchos, cremalleras,velcros o broches.
En cuanto al calzado, se debe elegir cómodo, de fácil colocación y cierre, y que dispongan de velcros ocordones largos para su mejor manipulación.
Además de estos, deberemos considerar la utilización de productos de apoyo que favorezcan laautonomía e independencia del paciente para el desarrollo de actividades de autocuidado.
De esta forma, podremos conseguir que el paciente conserve su autonomía y se implique en su vestido yacicalamiento, disminuyendo al máximo nuestra participación.
Foto: pinzas de alcance
Foto: calzadores de mango
En el caso de personas con hemiplejías se aconseja:
- Vestirse primero el lado afecto.
- Vestirse sentado.
- Si es una chaqueta puede utilizar un bastón para atraer hacia sí la manga del lado que puede movilizar cuando ya se ha metido la del lado inmóvil.
- Los pantalones y las faldas se colocan también sentados. Comenzar por la pierna afectada
- El calzado debe ser flexible y suave, preferente de piel natural. Elegir zapatos de una sola pieza con pocas costuras, tiene que ser cómodos y sujetar bien el pie, evitando materiales sintéticos. El tacón debe ser de unos 3 cm., siendo perjudiciales los tacones excesivamente altos porque aumenta la inestabilidad (riesgo de caídas) y desliza el pie hacia delante y pueden aparecer problemas como callos y juanetes.
- Se aconseja probar antes de comprar si es fácil de calzar y comprar a última hora de la tarde porque los pies están más hinchados.
- Las plantillas deben ser blandas y las plantillas almohadilladas ayudan a acoplar el pie al zapato.
- Al pisar el tacón debe apoyar totalmente en el suelo, al retorcer el zapato no debe perder su forma original y al doblarlo la suela no debe arrugarse. La suela ha de ser antideslizante, si es posible de goma en invierno y de cuero en verano