8. Riesgos de los medicamentos.

8. Riesgos de los medicamentos.

Los medicamentos son sustancias o preparados cuya administración va a producir un efecto terapéutico y beneficioso ya sea aliviando, curando o previniendo enfermedades.

Así, podemos encontrar los siguientes tipos de medicamentos:

Medicamentos que curan: algunos medicamentos pueden curar las enfermedades, como los antibióticos, al destruir los microorganismos patógenos que causan las infecciones.

Medicamentos que alivian: la mayoría de los medicamentos no curan, sino que alivian las molestias de una enfermedad, como el dolor o la fiebre, siendo finalmente el propio sistema inmunitario el que vence la enfermedad.

Medicamentos que controlan: controlan enfermedades crónicas, de manera que permiten al paciente llevar una vida casi normal, pero no curan la enfermedad. Es el caso de las personas diabéticas.

Medicamentos que previenen: las vacunas son medicamentos que previenen muchas enfermedades al preparar las defensas del organismo.

Siempre que utilicemos un medicamento, debemos tener bien claro:

  • Para qué lo vamos a usar (indicaciones).
  • Cómo lo vamos a usar (dosis y vía de administración).
  • Cuál es el efecto que va a producir en el paciente (efectos secundarios; por ejemplo, subir la tensión, disminuir la glucosa en sangre, etc.).

Debemos saber que las situaciones o condiciones en las cuales un medicamento NO debe ser utilizado por ningún motivo son denominadas contraindicaciones.

Tendremos en cuenta cuando se administran medicamentos a un paciente, que además de los efectos beneficiosos, también podemos encontrar efectos indeseables o adversos que pueden ser desde muy leves y casi imperceptibles, hasta muy graves, tanto como para causar la muerte. Los efectos indeseables son de muchos tipos, pero podemos agruparlos en:

Efectos secundarios: son acciones o efectos de los medicamentos diferentes al fin terapéutico para el que fueron creados. Son nocivos, no intencionados y no deseados. Pueden ser efectos sistémicos o generales (dolor de cabeza, vómitos, dolores articulares…) o reacciones locales (irritación en la zona de punción tras la administración de un medicamento,). Siempre se debe advertir al paciente sobre las reacciones más frecuentes y dar los consejos pertinentes.

Reacciones alérgicas: generalmente, son reacciones súbitas y totalmente imprevistas que pueden ser leves, moderadas o severas. Debemos tratarlas como una emergencia hasta asegurarnos de que el paciente no corre peligro. Una forma leve y común de reacción alérgica es, por ejemplo, la urticaria (se manifiesta con lesiones rojizas, bien diferenciadas y voluminosas que van acompañadas de picor).

La más grave de estas reacciones es el SHOCK ANAFILÁCTICO, que se manifiesta a nivel sistémico y puede poner en peligro la vida de la persona. Las alergias deben estar siempre bien resaltadas en la historia clínica del paciente.

Tolerancia y dependencia: ambas se producen a raíz del uso prolongado de un medicamento, que hace que el cuerpo se acostumbre a él. La tolerancia se produce cuando el medicamento en la dosis habitual ya no produce el efecto deseado, siendo necesario aumentarla para obtener los mismos resultados. La dependencia consiste en que el medicamento se vuelve imprescindible para que el paciente se sienta bien; ésta puede ser de carácter físico o psicológico.

Intoxicación o sobredosificación: se producen cuando se toma o se administran dosis superiores de medicamentos a las indicadas, ya sea por error, accidente o de manera intencionada. Los medicamentos tomados en cantidades excesivas pueden producir efectos adversos e incluso la muerte.

Interacción: se puede producir cuando algunos medicamentos se mezclan con otros o con alguna otra sustancia (como alcohol o drogas), dando lugar a un aumento o a una disminución de los efectos. Ej. la rifampicina anula el efecto de los anticonceptivos orales.

Los efectos indeseables o adversos de los medicamentos pueden depender de muchos factores, como:

  • el propio fármaco;
  • el número de medicamentos tomados y su interacción;
  • la dosis;
  • el paciente y su historia familiar;
  • la vía de administración;
  • las patologías crónicas previas;
  • la edad;
  • los hábitos del paciente; etc.

MUY IMPORTANTE

Antes de usar un medicamento debemos SABER MUY BIEN…

¿Para qué se usa? Se refiere a las INDICACIONES.

¿Cómo se usa? Se refiere a la POSOLOGÍA (dosis, cantidad máxima a tomar en un período de tiempo,.) y

VÍA DE ADMINISTRACIÓN (cómo ha de tomarlo el paciente: por vía oral, tópica, etc.)

¿Qué efectos pueden provocar en el paciente?

Además de los efectos deseados, se pueden dar otros efectos paralelos indeseados; son los llamados EFECTOS INDESEABLES (efectos secundarios, alergias, tolerancia, dependencia, intoxicación, interacciones, etc.) Entre los más graves, el SHOCK ANAFILÁCTICO.

MUY IMPORTANTE

Algunas REACCIONES ADVERSAS de ciertos medicamentos son las siguientes.

AAS: disnea o dificultad respiratoria, náuseas, úlcera gástrica, urticaria (erupción cutánea).

Paracetamol (en altas dosis): toxicidad hepática (en el hígado). Digoxina: arritmias cardíacas, náuseas y desorientación.

Furosemida: calambres, hipotensión y deshidratación.

Omeprazol: cefalea, diarrea, dolor abdominal y estreñimiento. Nitroglicerina: cefalea o dolor de cabeza, hipotensión y náuseas.

9. Prevención de riesgos laborales en las tareas sanitarias.

Los trabajadores de las instituciones sanitarias, en su tarea diaria, están sometidos a una serie de riesgos:

  • Riesgos asociados a agentes mecánicos: cortes, caídas, golpes, atrapamientos, manipulación de cargas, etc.
  • Riesgos asociados a agentes químicos: gases anestésicos, gases esterilizantes, compuestos citostáticos (para tratamientos anticancerígenos), desinfectantes, etc.
  • Riesgos asociados a agentes físicos: radiaciones, ruidos, calor o frío ambiental, …
  • Riesgos asociados a agentes biológicos: enfermedades infecciosas por contacto con pacientes, equipos, instrumental, residuos, etc.
  • Riesgos asociados a aspectos ergonómicos y psicosociales: por esfuerzo físico excesivo, sobrecarga y estrés laboral.

Éstas son las siguientes:

Medidas preventivas generales

Correcta vacunación: la vacunación es una de las principales formas de proteger a los trabajadores, ya que aumenta su protección frente a enfermedades infecciosas como hepatitis B, gripe, varicela, etc.

Utilizar el equipo de protección adecuado a cada situación: guantes, mascarillas, batas, protector ocular, calzado de seguridad biológica, protecciones radiológicas, etc.

Extremar la higiene personal. Lavar las manos tras la realización de cualquier procedimiento con un paciente, también, tras tocar objetos que pudieran estar contaminados. En caso de exposición a agentes nocivos ducharse a la mayor brevedad y seguir el protocolo de seguridad del centro. No comer ni fumar estando en contacto con agentes infecciosos.

Someter a lavado y desinfección la ropa de trabajo.

Medidas específicas de los riesgos asociados a agentes mecánicos

Desechar el material cortante en los contenedores adecuados, rígidos e identificados.

Utilizar calzado cerrado y antideslizante.

En la utilización de puertas batientes, transporte de materiales y bombonas de O2, extremar las precauciones, manteniendo buena visibilidad en todo momento.

En la manipulación de cargas, seguir las normas de mecánica corporal63.

Medidas específicas de los riesgos asociados a agentes químicos

En la manipulación de agentes químicos, el profesional debe informarse sobre el riesgo de cada sustancia que aparecen en la etiqueta identificativa de la misma, así como seguir las recomendaciones de uso.

Utilizar medidas de protección adecuadas a los productos químicos de que se trate.

Si se realiza trasvase de sustancias a otro recipiente, el envase con el nuevo contenido debe ser adecuadamente identificado y etiquetado.

No comer, beber ni fumar en las áreas de manipulación de productos químicos.

No oler ni probar las sustancias químicas.

Utilizar armarios de seguridad para almacenar productos agresivos.

En la utilización de gases, mantener una aireación adecuada, revisar los sistemas de eliminación y vigilar el sistema de control ambiental.

Medidas específicas de los riesgos asociados a agentes físicos

Evaluar las condiciones de trabajo en los lugares donde haya riesgo por agente físico y seguir las indicaciones pertinentes.

Determinar las zonas y el riesgo de exposición que existe en cada una de ellas a este tipo de agentes.

Cumplir con las normas de seguridad de acuerdo con las señalizaciones.

Evitar las exposiciones innecesarias a las radiaciones.

Medidas específicas de los riesgos asociados a agentes biológicos

Cumplir las normas de higiene personal, según el protocolo del centro.

Extremar las precauciones en el contacto con sangre y fluidos utilizando elementos de protección de barrera.

Manipular y eliminar correctamente los objetos cortantes y punzantes.

Seguir el protocolo del centro de desinfección y esterilización del material y de las superficies.

Medidas específicas de los riesgos asociados a aspectos ergonómicos y psicosociales

Diseñar las actividades que conllevan sobrecarga y mantener una buena higiene postural.

Evitar mantener una misma postura durante un tiempo prolongado.

Realizar pequeñas pausas para aliviar la fatiga física y mental.

Adecuar el puesto de trabajo, en la medida de lo posible (altura y posición de silla y mesa, luz, ruidos,…)

Organizar y distribuir las tareas de forma ordenada y lógica.

Aprender a reconocer las propias reacciones al estrés.

Ser realista respecto a las condiciones y objetivos del trabajo: mejorar todo aquello que sea posible sin angustiarse por aquello que no está dentro de nuestras posibilidades cambiar.

En este enlace puedes ver un video de cómo cuidar al cuidador